DeletedUser2780
Invitado
Una noche en Londres...
En algún momento de ansiedad la calaca,
la idea de ir a Londres en Cirgard pasó por su cabeza calva,
para esclavizar a los hombres, niños y a las damas,
y volver la bella ciudad su morada.
Así fue como sin saberlo, en serios problemas ella se encontraba,
por no tomar en cuenta la astucia de aquél que ahí gobernaba,
y el amor a su pueblo que haría que hasta a la misma muerte se enfrentara.
Marco Corazón de León le llamaban,
por su ferocidad en el combate y no haberse retirado nunca de una batalla,
no permitiría nunca un daño a su patria,
que había defendido de muchos antes que la flaca.
Sus consejeros le anunciaron su inminente llegada,
advirtiendo que sería su fin como monarca,
él sólo pudo reír a carcajadas,
porque tenía sin duda un plan bajo la manga.
Cuando la huesuda llegó a Londres en la madrugada,
Marco y sus consejeros ya la esperaban,
le pidieron amablemente que se retirara,
o una humillación le aguardaba.
La huesuda tan soberbia tomó a juego sus amenazas,
nunca nadie le había plantado batalla,
Marco le propuso duelo de espadas,
y el ganador se quedaba como monarca.
La muerte aceptó gustosa,
aunque de esgrima o duelos ella nos sabía nada,
pero su soberbia la cegaba,
haciendo que a una derrota ella se encaminara.
La arena estaba lista y los consejeros vigilaban que la huesuda no hiciera trampa,
el choque de espadas era estruendoso,
que todo Londres despertó temeroso.
Fue entonces que se reunieron alrededor del combate,
para apoyar a su gobernante,
que motivado por el apoyo de su parte,
con un mandoble de su espada ganó el combate.
"Perdóneme Su Majestad, no vuelvo a importunarle"
dijo la calaca con un tono titubeante,
permítame retirarme,
y le prometo de nuevo jamás molestarle.
Marco aceptó el trato,
y como un monarca piadoso por su pueblo fu tomado,
todos felices se marcharon a casa,
menos la flaca que se sentía avergonzada.
Así fue como la huesuda comprendió que siempre hay una primera vez,
incluso para perder,
pero ella espera ansiosa el día en que ella y su adversario de nuevo se encuentren,
en el otro mundo, y así ella de su humillación se libere.
Plano número 2 de AlcatrazEn algún momento de ansiedad la calaca,
la idea de ir a Londres en Cirgard pasó por su cabeza calva,
para esclavizar a los hombres, niños y a las damas,
y volver la bella ciudad su morada.
Así fue como sin saberlo, en serios problemas ella se encontraba,
por no tomar en cuenta la astucia de aquél que ahí gobernaba,
y el amor a su pueblo que haría que hasta a la misma muerte se enfrentara.
Marco Corazón de León le llamaban,
por su ferocidad en el combate y no haberse retirado nunca de una batalla,
no permitiría nunca un daño a su patria,
que había defendido de muchos antes que la flaca.
Sus consejeros le anunciaron su inminente llegada,
advirtiendo que sería su fin como monarca,
él sólo pudo reír a carcajadas,
porque tenía sin duda un plan bajo la manga.
Cuando la huesuda llegó a Londres en la madrugada,
Marco y sus consejeros ya la esperaban,
le pidieron amablemente que se retirara,
o una humillación le aguardaba.
La huesuda tan soberbia tomó a juego sus amenazas,
nunca nadie le había plantado batalla,
Marco le propuso duelo de espadas,
y el ganador se quedaba como monarca.
La muerte aceptó gustosa,
aunque de esgrima o duelos ella nos sabía nada,
pero su soberbia la cegaba,
haciendo que a una derrota ella se encaminara.
La arena estaba lista y los consejeros vigilaban que la huesuda no hiciera trampa,
el choque de espadas era estruendoso,
que todo Londres despertó temeroso.
Fue entonces que se reunieron alrededor del combate,
para apoyar a su gobernante,
que motivado por el apoyo de su parte,
con un mandoble de su espada ganó el combate.
"Perdóneme Su Majestad, no vuelvo a importunarle"
dijo la calaca con un tono titubeante,
permítame retirarme,
y le prometo de nuevo jamás molestarle.
Marco aceptó el trato,
y como un monarca piadoso por su pueblo fu tomado,
todos felices se marcharon a casa,
menos la flaca que se sentía avergonzada.
Así fue como la huesuda comprendió que siempre hay una primera vez,
incluso para perder,
pero ella espera ansiosa el día en que ella y su adversario de nuevo se encuentren,
en el otro mundo, y así ella de su humillación se libere.
Mundo: Cirgard